El fracaso de las políticas de la OMS (Organización Mundial de la Salud) contra el sida basadas únicamente en campañas a favor del preservativo evidencia que es necesario añadir otro tipo de actuaciones, como es evitar la promiscuidad sexual y favorecer la fidelidad y la monogamia.
Según investigadores de la Universidad de Navarra (España) y de la Universidad de Harvard (EE.UU), aunque el uso de preservativo reduce el contagio de sida, la sensación de estar totalmente protegido por el preservativo puede incitar a tener relaciones sexuales en cualquier situación de edad y peligro, superando así el riesgo real al teórico efecto beneficioso asociado al preservativo, que reduce pero no elimina la posibilidad de contagio.
La opinión de estos expertos es que sigue abierto el debate sobre cómo abordar mejor esta pandemia y aseguran que ningún país ha logrado frenarla con campañas centradas en la promoción generalizada del preservativo, pero lo que sí han logrado los pocos países que han recomendado su uso, es retrasar la edad de inicio de las relaciones sexuales y la monogamia.
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